lunes, 2 de abril de 2012

Diario de a bordo

Hola amig@s, hoy vamos a compartir con vosotros la experiencia que vivió una de nuestras estudiantes a bordo de nuestro barco y que escribió para que pudiésemos publicarlo en este blog en la sección Diario de a bordo. Ocurrió el 29 de julio de 2011, así lo vivió:

Ayer Viernes, tuvimos el privilegio, gracias a nuestra empresa colaboradora Aventura Marina, de adentrarnos junto con la organización de CIRCE en alta mar durante aproximadamente 5 horas y hacernos partícipes de su trabajo rutinario (para ellos), pero algo novedoso, muy interesante y asombroso para nosotras. 

La hora de salida las 16:00 aproximadamente, del Puerto de Tarifa dónde quedamos con el responsable (Philippe) que vino acompañado con más voluntarios y personal trabajador de la organización CIRCE. Éstos no vinieron con las manos vacías, sino que contaban con todos los utensilios necesarios para nuestra aventura en el mar

Hechas las presentaciones y con todo el equipo y tripulación a bordo del barco, tomamos rumbo en busca de nuestros amigos los cetáceos

Antes de comenzar con el avistamiento, Joan nos enseñó a rellenar las hojas de los dos tipos de libros de avistamientos que usaban: fecha, hora, latitud, longitud, especie, número, dirección del animal, dirección del viento y demás condiciones meteorológicas.

Tras esta clase particular para fijar los conceptos generales, nos pusimos en marcha con los ojos bien abiertos para no perder detalle de cualquier especie que se cruzara en nuestro camino, o más bien cualquier especie que nosotros interrumpiéramos con la menor e inofensiva intención de colocarnos en su trayectoria. 

Como era de esperar ya que nunca nos defraudan, allí estaban nuestros amigos los Calderones (Ballenas piloto), en diferentes grupos, pudiendo observar grupos más pasivos remoloneando tomando el sol bien quietecitos en la superficie, sin inmutarse de nuestra presencia; y en contraposición otros grupos de estos más juguetones que nunca, cruzándose y jugando en la proa de nuestro barco


Otros de nuestros amigos asiduos que vinieron a saludarnos fueron grupos de Delfines Mulares, estos se encontraban en su momento de apogeo deleitándonos con sus acrobacias y saltos junto al barco y jugando entre ellos, incluso yo que estaba sentada en la proa del barco con las piernas fuera, me rozaban los pies. Todo no es tan bonito como parece, ya que también hacían de las suyas y nos salpicaban constantemente con la aleta caudal, entre su sonido característico a modo de risa y grito. 


En ambas especies pudimos observar que en los grupos se encontraban bastantes crías, siempre actuando de forma obediente sin separase de su madre, también había algún juvenil que otro, rezagado, de delfín mular explorando por el mismo el ambiente, pero sin perder muy de lejos al grupo. 

En nuestra trayectoria también pudimos ver algunos peces luna (Mola mola), uno entre ellos nos sorprendió por su enorme tamaño, era algo exagerado, pero sin duda alguna asombroso. 


Y tras alegrarnos la vista y recreárnosla con tal gustoso espectáculo y sentir como estas especies interactúan con la especie humana con tal facilidad, muy a nuestro pesar el tiempo se terminó y tuvimos que regresar a puerto, fue como un abrir y cerrar de ojos que sin duda alguna nos dejo con un buen sabor de boca y quedará guardado en nuestras retinas esta experiencia inolvidable.

En puerto bajamos todo lo que previo a tomar rumbo subimos al barco, nos despedimos de la gente de CIRCE dándoles una y otra vez las gracias por esta oportunidad que nos había brindado nuestra empresa Aventura Marina.

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